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21 diciembre 2012

21- El Mundo




Meditando con El Mundo:
Este es el final, aquí hemos conseguido integrar la TOTALIDAD del mundo y del ser Humano.
Hemos llegado a recuperar nuestro Paraíso perdido.
Nos encontramos en el lugar y el momento adecuado, perfectamente integrados en el cielo y el la tierra.
Nuestro Yo está completo y es UNO con el Todo.

Conclusión final:


El Loco consigue con perseverancia, humildad y honestidad, tomar conciencia de su lugar en el mundo.  El ciclo ha concluido, pero el Loco nunca dejará de crecer.  Pronto estará listo para empezar un nuevo viaje que le llevará a niveles aún mayores de comprensión e iluminación.
El Loco siempre camina hacia la Luz.


©Montserrat Tello

20 diciembre 2012

20- El Juicio




Meditando con El Juicio:
Este arcano anuncia el comienzo de un nuevo orden, una nueva interacción entre el consciente y el inconsciente que se manifestará en la última carta: el Mundo.
Llegados aqui, podemos decir que el Loco ha asimilado todas las energías de los arcanos.  
Podemos sentir que somos un ser renacido, un ser nuevo y libre.
El ángel que vemos en la lámina simboliza al Espíritu Santo, quien con su soplo va a hacer fecunda la inteligencia humana sin que haya que atravesar la muerte física para comprender la verdad fundamental y nacer al mundo espiritual sin dejarnos influenciar por ningún ego materialista, lo cual nos va a permitir juzgarnos con verdadera imparcialidad.

Podemos sentirnos desprovistos del ego y de los miedos, de los espejismos y las fantasías.
Nos sentimos liberados de culpa, listos para hacer balance de nuestra vida con sinceridad y prepararnos para tomar decisiones sobre el futuro.  Sabemos qué escoger con sabiduría  y que valores descartar.
Este ángel representa nuestro Yo superior, y nos llama para invitarnos a seguir nuestro SUEÑO, la verdadera vocación y razón de la existencia.


©Montserrat Tello

19 diciembre 2012

19- El Sol





Meditando con El Sol:
Dijo Buda: “Todos los seres nacen iluminados, pero se necesita una vida entera para descubrirlo”.

El Sol es la luz del espíritu.
La lúcida claridad del Sol dirige nuestra imaginación.  
Su luz brilla en todos los lugares ocultos.  Disipa las nubes de la confusión y el temor. 
Ahora es tiempo para disfrutar de una energía y un entusiasmo genuinos. 
La energía del Sol nos llena de vitalidad, nos conecta con nuestra sabiduría interior.
La prueba será la humildad.  El exceso de Sol puede llevarnos a la soberbia.


©Montserrat Tello

18 diciembre 2012

18 -La Luna




Meditando con La Luna:
Carl Jung dijo: “No despertéis al subconsciente si no sois “conscientes” de poder realizar tamaña labor”.

Nuestra naturaleza emocional y fantasiosa nos pueden llevar a engaño.        La Luna estimula la imaginación creativa, da vía libre a pensamientos extravagantes y hermosos que inundan nuestra parte inconsciente, pero también surgen miedos y fantasmas profundamente arraigados.
Esta carta puede hacernos sentir perdidos y confundidos.
¡Mucha atención!, sólo el ser que consiga descubrir y reconocer que lo que hace brillar la Luna es el Sol (Espíritu) conseguirá conquistar el Mundo y finalizar su viaje de forma satisfactoria.


©Montserrat Tello

17 diciembre 2012

17- La Estrella





Meditando con La Estrella:
Ha llegado un momento de serenidad.
El alma ahora se encuentra desnuda y desposeida.  Conscientes de la belleza del universo y de la naturaleza, nos guian las estrellas, nos inspiran en la noche y nos traen aires de esperanza para continuar en el camino avanzando.
La energía de la Estrella nos da fe y confianza en nosotros mismos y en el futuro que nos aguarda.
Esta etapa es un momento de paz, amor y magia  para compartir con los seres que nos rodean.


©Montserrat Tello



16 diciembre 2012

16- La Torre





Meditando con La Torre:
La Torre es la fortaleza del ego, construida piedra a piedra por nuestras propias manos.
Cuando esta carta llega a tu vida, llega el momento de vivir una dramática liberación, brusca y repentina habitualmente.
Lo que creemos ser nuestra fortaleza, es nuestra cárcel.  Y cuando ya nos hemos habituado a residir dentro de ella, de forma angosta, fria y oscura, sólo nos puede sacar una gran crisis o incidente inesperado.
Este arcano posee la fuerza del rayo y aunque parezca que nos conduce a la muerte, no se vive como tal, se vive como una derrota; es una sacudida tan fuerte para el ego que le obliga a soltarse y dejarse caer.
La Torre nos trae una gran renovación y liberación interior que bien merece la pena la experiencia vivida de caída,  porque la luz de la verdad vuelve a brillar ahora libremente.


©Montserrat Tello

15 diciembre 2012

15- El Diablo




Meditando con El Diablo:

El Loco es audaz y continúa adentrándose en los niveles más profundos de su ser.  Pronto se encuentra cara a cara con el Diablo.
El Diablo no es una figura maligna y siniestra que reside fuera de nosotros.  Es el fruto de la ignorancia en muchos aspectos, la represión de ciertas energías, las resistencias egoicas, ideológicas que habitan en algún lugar recóndito de nuestro interior.  
La energía del Diablo, pondrá de manifiesto, la atracción seductora del mundo material, que tanto nos ciega, no siendo conscientes de cómo nos esclaviza.
En la imagen de esta carta podemos ver que esta esclavitud no es mal vivida.  Y podríamos liberarnos muy fácilmente en el momento que lo decidamos. 
La energía de este arcano nos conectará con la sensación de esclavitud, que aun  duele más cuando se reconoce que es voluntaria.
Es un buen momento para reconocer nuestros errores, adicciones y facetas oscuras profundamente enterradas y camufladas.


©Montserrat Tello

14 diciembre 2012

14- La Templanza





Meditando con La Templanza:

Una vez que la muerte ha disuelto las barreras creadas por el ego, volvemos a reunir las partes. Y el ángel custodio aparece aquí. 
Siendo conscientes de los retos que aun nos quedan por superar, seguiremos la luz del alma.  
Ahora recibimos la energía de La Templanza, estabilidad, armonía y equilibrio.
Ya hemos experimentado los extremos, ahora llega el momento de saborear  el centro.
Hemos combinado todos los aspectos personales en un todo centrado que se refleja en nuestra salud y bienestar.  
Hasta aquí ya hemos andado un largo camino para conseguir una vida armoniosa.  Sólo nos queda confiar en la Guía superior para conservarla.


©Montserrat Tello

13 diciembre 2012

13- La Muerte




Meditando con el Innombrable:
Este es un nuevo momento de retirarse. 
Todos los seres humanos cuando nacen tienen asegurado el viaje del Loco hasta el Arcano XIII. De aquí en adelante comienza una etapa diferente en el viaje, totalmente voluntaria, que requerirá de otras lecciones y retos en un nivel más profundo.

Es tiempo ahora a eliminar antiguos hábitos y planteamientos caducos.  Prescindir de lo superfluo y apreciar las cosas básicas de la vida.  
Dejar atrás lo ya sentimos inadecuado.
Aunque el proceso pueda sentirse como pérdida o muerte, realmente la muerte es un cambio inexorable en la vida humana.
Este arcano nos ayudará a comprender que la muerte no es un estado permanente.  Simplemente es un periodo de transición hacia una forma  de vida nueva y más satisfactoria.
La energía del Arcano XIII es un bálsamo para el ego.


©Montserrat Tello

12 diciembre 2012

12- El Colgado





Meditando con El Colgado:
Cuando descubrimos que por mucho que luchemos, las cosas son como son  y no las podemos cambiar, sentimos un momento de desaliento y falta de interés por la vida.
El libro de los Upanishads dice: “Cuando el nudo del corazón se afloja todas las dudas son aisladas, el trabajo del hombre está entonces acabado y éste ve tanto lo que está arriba como lo que está abajo”.  Este arcano está en el punto del ecuador del Tarot (12-21).
Cuando nos sentimos derrotados y perdidos, creyendo que lo hemos sacrificado todo, renunciamos a la lucha por el control y todo empieza a funcionar como debiera.  
Al mostrarnos abiertos y vulnerables, descubrimos la colaboración del yo superior, dejando de luchar por la vida y colaborando con el fluir en ella.
Desde esta perspectiva, sentimos paz y serenidad.  Ya no hay motivos por los que luchar.
Hemos vuelto el mundo del revés.  Hemos superado la gran prueba y atravesado el cuello de la botella.  
El Colgado ve la luz.

©Montserrat Tello

11 diciembre 2012

11- La Fuerza





Meditando con La Fuerza:

En este arcano sentimos la fusión de las fuerzas procedentes de nuestra parte más instintiva, que podríamos llamar la energía de la Kundalini, y nuestra fuerza femenina, también oculta y sutil, dispuesta a armonizar ambas.
Estas energías nos ayudan a descubrir la tolerancia y la paciencia, virtudes necesarias en esta nueva etapa.
La Fuerza da coraje e impulso para enfrentar los reveses de la vida.


©Montserrat Tello

10 diciembre 2012

10- La Rueda de la Fortuna





Meditando con La Rueda de la Fortuna:
Después de un periodo de introspección, podemos descubrir la conexión existente entre todas las cosas. Los ritmos y los ciclos que mueven la rueda de la vida y el mismo Universo en el cual estamos inmersos
La Rueda de la fortuna es un símbolo del misterioso universo, cuyas partes trabajan juntas en armonía.  Cuando somos conscientes de la belleza y el orden del mundo, aunque sólo sea por un lapso corto de tiempo, descubrimos algunas de las respuestas que estabamos buscando.

A veces las experiencias parecen ser obra del destino. Y un encuentro fortuito o un suceso milagroso mueven la Rueda, iniciando un proceso de cambio.  Después de meditar en silencio y soledad, nos sentimos preparados para poner en movimiento la Rueda y pasar a la acción una vez más.  
La energía de este arcano nos da una perspectiva más amplia para poder vernos dentro del engranaje de un plan universal.  Nuestra vida recupera la sensación de tener un propósito.
Estando en la Rueda vemos que todo lo que sube baja y viceversa.  Todo tiene un principio y un fin.  Los tiempos se alternan girando en el centro o en la periferia de la Rueda,, mientras la perspectiva cambia y enriquece. 
Debemos aceptar con paciencia y humildad que la vida es una rueda que gira sin cesar hasta alcanzar el estado de quietud total, la conquista del Mundo.


©Montserrat Tello

09 diciembre 2012

9- El Ermitaño




Meditando con El Ermitaño:
Ha llegado el momento de retirarse del camino, de todos los seres que en él hemos encontrado y buscar tiempo de reflexión en silencio y soledad.
En estas circunstancias permitiremos que la energía de este arquetipo aflore en nosotros y nos ayude a encontrar nuestra verdadera identidad.
El Ermitaño cubre su cabeza para protegerse de las influencias externas.
Es tiempo para el auto conocimiento, ayudados por la luz interior de la sabiduría.


©Montserrat Tello

08 diciembre 2012

8- La Justicia




Meditando con La Justicia:
La energía de este arcano es "La Madurez".
Vivimos con  plena responsabilidad sobre nosotros mismos y asumiendo las leyes del mundo.   La vida se nos convertirá en un disfrute o en un sufrimiento, dependiendo de nuestras actitudes ante las circunstancias.  
Ya poseemos los conocimientos suficientes para poder decidir y actuar inteligentemente.  Según lo que semrbremos, cosecharemos.
Este arcano es contrapuesto a Los Enamorados.
Para tomar decisiones inteligentes y razonables, justas y objetivas.
No siempre se pueden tomar las decisiones siguiendo sólo el impulso del corazón y los sentimientos.  
La madurez requiere del discernimiento para elegir responsablemente en cada circunstancia que nos presente la vida.


Nota: Aunque Rider Waite considera la Fuerza VIII y La Justicia XI, lo más común es la Justicia VIII  y la Fuerza XI y así lo tomaremos en este viaje.


©Montserrat Tello.

07 diciembre 2012

7- El Carro


Meditando con El Carro:
Este es el vehículo en el cual viajamos hacia la individuación.  Sin embargo, para que el viaje no sea por un desierto estéril, habrá que experimentar más allá de los límites del consciente.
Habrá un constante ir y venir entre el ego y la voz interior. El joven ego, engreído por algún éxito, se suele identificar con la voz de su conciencia, perdiendo contacto con su humanidad personal.  En otros momentos, desconectados del Emperador, nos sentiremos desamparados como el mortal Enamorado.
Como Jung  dijo: la psique es un sistema que se regula por sí mismo.  Mientras el consciente y el inconsciente estén en actividad, nuestro carruaje puede sufrir sacudidas violentas, pero es menos probable que vuelque, cosa que haría si sólo uno de los dos estuviera actuando.
A lo largo del camino, nos enfrentaremos a nuevas paradojas confusas, que pondrán a prueba nuestra habilitad para mantener la armonía y el equilibrio. 
El objetivo de El carro es descubrir que el Ego no es el conductor real de nuestra vida; una vez descubierto esto, más fácil será que crecer como ser humano.


©Montserrat Tello

06 diciembre 2012

6- Los Enamorados





Meditando con Los Amantes o Enamorados:
En esta etapa, llega el momento de tomar decisiones sobre la educación y las creencias; a nivel individual se deben comenzar a forjar creencias y valores personales.  Esta bien ser condescendiente mientras se aprende y madura; pero, llegados a tal punto, hay que comenzar a cuestionarse lo aprendido desde el corazón para poder ser fiel a uno mismo.
Estos personajes se nos muestran desnudos, dispuestos a dar un paso más en la evolución de la conciencia hacia la conciencia individual.  El ego aquí se manifiesta y se prepara para afrontar la vida y sus riesgos.  Se debe asumir la responsabilidad de la vida.
Los asuntos de la vida que involucran al corazón, marcan un punto decisivo para nuestro desarrollo posterior.  Aquí, el amor, aparece como un hecho ineludible del destino.  La energía de este arcano lleva implícita la impulsividad de las emociones y la fuerza del ego.  Todos hemos experimentado los dos efectos que produce la flecha del amor: vida y muerte.  Perderse en amor puede ser una muerte, la muerte de una existencia puramente centrada en el ego.
Los Enamorados transmiten la alegría de exisitir y la fuerza del amor; ellos son la conciencia que brilla en el corazón.


©Montserrat Tello

05 diciembre 2012

5- El Sumo Sacerdote





Meditando con El Sumo Sacerdote:
También llamado Hierofante, significa “el que hace aparecer lo sagrado”; representa los sistemas de creencias organizados que intervienen en la educación desde la niñez.  Sería la carta iniciadora del despertar de la conciencia. 
Con él aparece el primer YO y la percepción de la separación entre el exterior y el interior, entre el Yo y la sociedad que me rodea.
El Sumo Sacerdote marca claramente lo que es arriba y lo que es abajo, lo que es el bien y el mal. Interpreta el conocimiento secreto y los misterios. 

El también llamado “Papa”, aunque su imagen sea religiosa, es en realidad símbolo de Iniciación.  Y representa esa fe en Dios innata que necesitamos durante todo el viaje por la vida.
El Papa atiende ambas realidades, el mundo consciente y el subconsciente, las creencias y la fe.

©Montserrat Tello

04 diciembre 2012

4- El Emperador





Meditando con El Emperador:
Es el representante de la estructura y el orden.
El Emperador es la autoridad en la tierra. 
En esta etapa, el Loco se encuentra con reglas.  Aprende que su voluntad no es siempre suprema y que existen ciertas conductas necesarias para su bienestar.  Hay personas al mando que harán cumplir tales pautas.  Estas restricciones pueden resultar frustrantes, pero gracias a la orientación paciente del Padre, El Loco empieza a entender su propósito.

Entra en la carta, toma asiento y vístete de emperador.


©Montserrat Tello

03 diciembre 2012

3- La Emperatriz




Meditando con La Emperatriz:
Es la madre afectiva y cariñosa que alimenta, nutre, cuida  y protege.  
Es la Madre Tierra, la que nutre en un sentido más amplio.
Representa el mundo de la naturaleza, la fructificación, la tierra fecunda, los rios y mares; la fuerza de los huracanes y las tormentas.
Ella llena el cielo de pájaros, los mares de peces y germina las semillas.
Ella es la mente creativa, piensa, siente y vive las emociones a flor de piel; no descansa en su celo de Crear.
Es fácil caer en los encantos de esta diosa abundante, la seductora Madre Tierra que nos sustenta y llena de vida.


©Montserrat Tello

02 diciembre 2012

2-La Sacerdotisa




Meditando con La Sacerdotisa:

El Loco aquí se encuentra la otra vertiente de la polaridad.
La  primera fue la energía de su padre celestial, el principio masculino, la mente consciente.
Y en esta etapa se encuentra el principio femenino, la madre celestial, la parte intuitiva, pasiva, silenciosa y reflexiva; es la mente subconsciente.
La Sacerdotisa medita a solas y en silencio.  Espera pacientemente que la voz interior le dicte qué, cómo y cuándo actuar. 
Ella es la otra cara de la moneda.  Y sabe que ambas partes son inseparables, formando la Totalidad. 
El Loco vivirá en ella, la otra parte de la realidad, la intangible, la que no se ve pero se siente dentro.  Representa también el mundo de los sueños, la noche.
La Sacerdotisa es portadora de sabiduría y de luz interior, paz y equilibrio.


©Montserrat Tello

01 diciembre 2012

1- El Mago




Meditación con El Mago:
El Loco aterriza en este mundo conectado a sus padres celestiales, al principio de polaridad, la cual tendrá que experimentar en sus dos vertientes.
La  primera que se encuentra es la energía conectada a su padre celestial, el principio masculino, la mente consciente.
El Loco experimentará a través del arquetipo del Mago, la realidad terrenal y sus fuerzas, representadas por los 4 elementos, los cuales le darán potestad para crear y actuar.
La energía del Mago contiene el poder creador, la voluntad para la acción. El Mago proveerá al Loco de una fuerza sobrenatural y auto-confianza para conseguir grandes logros.  Es una conciencia solar.

Hoy emprendo el viaje de forma consciente; me siento fuerte y decidido a caminar bajo el sol.  Iré en busca de lo que creo que es lo mejor para mí, de aquello que sé que me pertenece y me aguarda.
Sé que el Padre celestial me acompaña en cada uno de mis pasos.  Así tengo la certeza de que podré ir disolviendo los obstáculos que encuentre en el camino,  contra viento y marea caminaré y no me detendré.  Mi espíritu y mi corazón me darán el aliento y las fuerzas para avanzar en esta empresa, y mi discernimiento me aportará claridad inmediata a la hora de tomar decisiones ante una encrucijada.

Yo soy mi propio camino.  



©Montserrat Tello

30 noviembre 2012

El Loco





Este es el personaje que inicia el viaje de la vida.  Procede del mundo astral.  Y posee sabiduría interna.
El Loco representa la ingenuidad máxima, un ser simple y genuino en sencillez, naturalidad y apertura; personifica al ser humano tal y como sale del útero materno, sería nuestro Niño Interior.
El niño, no teme experimentar, corre riesgos de los cuales instintivamente sale sano y salvo, no siendo consciente de los peligros.
Su actitud está totalmente abierta para aprender  sin temor a equivocarse.
Estos son los valores más importantes que el ser humano posee y que le permiten vivir con alegría, sin limitaciones ni prejuicios.
El Loco sigue su instinto y la alegría de su corazón le lleva a conquistar el mundo superior.

El día 30 de Noviembre  durante algunas horas, tomaremos la carta de  El Loco.

Meditación con El Loco:

Yo soy el comienzo que está por comenzar, me dispongo a caminar por los senderos que más me atraigan, sin temor ni vacilación.
Caminaré de puntillas casi sin tocar el suelo y dejaré que mi instinto me guíe, sin importar la dirección.
Tengo necesidad de manifestarme y degustar todos los sabores y aromas que encuentre en mi caminar sin prejuicios. 
La alegría y el entusiasmo que siento dentro de mi, me ponen alas en mis pies y me impulsan a explorar nuevos mundos y  experimentar nuevas sensaciones.
Tengo la certeza de que un tesoro me aguarda y pronto lo descubriré.
Mi viaje es hoy una ilusión que mañana se hará realidad.


Observando detalladamente la imagen de la carta pidiendo desde el corazón recibir la energía que el arcano del día tiene para nosotros. 



©Montserrat Tello

22 noviembre 2012

Caminando hacia la Luz


EL VIAJE DEL LOCO EN BUSCA DE SU TOTALIDAD


Del 1 al 22 de Diciembre

En estas fechas tan singulares se nos ofrece la oportunidad de realizar un viaje de auto-descubrimiento de 22 días siendo guiados por los Arcanos Mayores del Tarot y el Gran Espíritu.
El tan profetizado “Final de los Tiempos” para el 22 de Diciembre, desde mi sentir está siendo más que el anuncio de un final, una llamada de atención que nos enfoque en otra perspectiva de vida y este es un movimiento que debe hacerse desde adentro. 
Las formas de sentir, ver y pensar ya están caducas pero no pueden desaparecer, han de ser transformadas.  Recordemos que la energía no se puede destruir, sólo transformar.
Los días 12, 21 y 22 de diciembre, son fechas de finalización de ciclos, en los cuales se nos brinda la oportunidad de formatear nuestro “disco duro”.
La energía que emana el planeta y nuestra Galaxia, está cambiando y esto es una realidad que debemos asumir desde el corazón.  Todo el Universo está atento a nuestros movimientos desde la conciencia de Unidad.
La energía femenina está cobrando fuerza y presencia, desde lo divino y lo sagrado para promover los cambios en el ser humano y facilitar la asimilación de estos en armonía y paz.  Esta es una  labor que concierne a todos pero de forma directa a las almas que hemos encarnado como mujeres en esta existencia.  A partir del 22 de diciembre, esto se hará más palpable.
Este poder femenino es el poder creador por excelencia y ahora es el momento de asumir que somos Seres Creadores, para poder salir de nuestras propias fronteras y crear una nueva realidad viviente.
  

  
El viaje que emprenderemos el día 1 de diciembre, es el llamado por muchos autores:
El Viaje del Loco.
Poder reconocer los símbolos arquetípicos de los 22 Arcanos Mayores, nos ayuda a caminar despertando la conciencia y a descodificar el lenguaje de la vida, lo cual nos permitirá vivir plena, felizmente y en paz con nosotros mismos y con los demás.
La vida o El viaje del Loco es un camino de auto-reconocimiento, que engloba todos los aspectos espirituales del Ser. Todo está dentro de nosotros.
Somos un Alma que se viste con diferentes trajes, las cuales son nuestras facetas arquetípicas que una vez reconocidas e integradas de forma coherente, nos hacen sentirnos Uno con el Todo.

“ARCANO” viene del latín “SECRETO”
Los 22 Arcanos Mayores representan el camino que cada persona ha de recorrer en su vida.  El poder y la sabiduría que encierra el simbolismo de cada uno, son únicos y exclusivos de ellos.  Su energía e imagen nos irán ayudando a descubrir la Magia en nuestro viaje, en definitiva a despertar la conciencia.
Según la Kabalah se corresponden con el alfabeto hebreo en el Árbol de la Vida.  Las 22 letras hebreas son 22 verdades esotéricas, que fueron los ladrillos que Dios utilizó para la Creación del Universo; son el pensamiento Divino vibrando en palabra y luz.
Tomaremos los Arcanos Mayores como “señales” en nuestro viaje iniciático, que nos van a ir guiando para re-encontarnos con nuestros YOES y así poder conectar con la Totalidad.
La sabiduría que encierran es secreta porque están representando de forma simbólica la naturaleza y la esencia del alma humana y esto es muy difícil expresarlo en palabras.

Estas imágenes nos hablan de nuestra relación invisible con el alma, con el inconsciente colectivo y con nuestro subconsciente.  Nos ayudan a tomar conciencia de que somos seres polifacéticos, debido a la naturaleza dual de la existencia. 
A lo largo de nuestra vida debemos llegar a unificar todas nuestras partes para ser Uno con Dios y conquistar de nuevo el Paraíso perdido (El Mundo XXI).
Nuestra meta es convertirnos en un Ser Iluminado y Total, lleno de paz y amor, es decir en un Ser de Luz.  Esto se consigue fácilmente aportando luz a todas esas partes de nosotros que están en la sombra. 
No hay un arquetipo mejor que otro, todos ellos son únicos y perfectos en sí mismos.
Con cada uno de ellos vamos respondiendo a las eternas preguntas de porqué y para qué estamos aquí.
A medida que vayamos integrando el mensaje o secreto en nosotros a través de la imaginación, se nos irá ensanchando el camino.
Podríamos decir que hasta La Muerte o arcano XIII, llegamos todos los humanos, a partir de ahí, una vez que hemos madurado y reconocido todos nuestros Yoes y hemos vencido las pruebas de nuestras sombras, tenemos el libre albedrío de Renacer a una nueva vida que nos conducirá  a la Autorrealización de nuestro YO íntimo, al Sol Interno, pudiendo transformar nuestro mundo exterior en un Paraíso tal y como el que se encuentra en nuestro Mundo Interior.  Esto completaría el proceso de Individuación, ser UNO con nuestra Alma y con el Cosmos.

¡Feliz viaje!
Montserrat



Nota: Aunque Rider Waite numeró la Fuerza VIII y La Justicia XI, tomaremos lo más común, la Justicia VIII  y la Fuerza XI.

INVITA a tus amigos a este fabuloso viaje, suscribiéndose al blog.

©Montserrat Tello

10 noviembre 2012

La Felicidad


 "Creer y crear reglas para reencantar la vida"

Autor: Jorge Carvajal Posadas

Podríamos callar, mirarnos a los ojos y sonreírnos. Podríamos encontrar en esos ojos una humanidad profunda y entrar en ese territorio de la magia que es el territorio de la vida. Podríamos creer que vivimos más allá de existir, a pesar de nuestro cáncer, a pesar de nuestro dolor.
A pesar de nuestras pequeñas miserias hay tanta grandeza en la semilla humana. Hay tanto en nosotros esperando para ser, para fructificar, para amar. Hay tanta humanidad esperándonos en las fronteras, tanta humanidad esperando un encuentro entre el Norte y el Sur, entre el Oriente y Occidente., para así encontrar ese sol del centro del ser humano.
Hay tanto en nosotros esperando revelarse, recrearse, fructificar. Somos semilla y a partir de ese potencial infinito, de ese océano interior podemos reencantar la vida. Podemos volvernos a crear y así divertirnos y gozar.
¿Y si de pronto pensáramos todos que el sentido de la vida es la felicidad? ¿Y si nos atreviéramos a ser felices? ¿Cómo sería eso? ¿Cuáles serían los ingredientes de la felicidad? ¿Si pudiéramos identificarnos con el ser que somos y no con la sombra, la apariencia o la dependencia?
¿Y si de repente volviéramos a ser lo que somos, auténticos, creadores de nuestros propios días? ¿Si pudiéramos entrar de lleno en ese río profundo de la vida que nos habita en cada instante, para encontrar en ese cauce corrientes de amor?.
¿Si pudiéramos despertar ese torrente amoroso que habita en nuestra sangre? ¿Si pudiéramos reencontrar la fuerza de nuestra propia identidad y así nos completáramos los unos a los otros? ¿Si pudiéramos como Pablo Neruda decir: "Súbete conmigo a nacer, hermano"?
¿Si pudiéramos entrar en nosotros y aceptarnos reconocernos y amarnos.? Dejar de buscar a Dios en el exterior y saber que estaba allí en nosotros, esperándonos en nuestro propio corazón con su infinito potencial. ¿Si el único partido que tomáramos fuera a favor del ser humano y nuestra única religión, la religión del amor, y nuestro único método, el método de la hermandad?
Descubriríamos que cada cosa, cada evento es un maestro con el alma como aprendiz.
 ¿Si nos bajáramos de los pedestales del orgullo, de la maestría y del materialismo de una vida repetida y nos inventáramos la vida y volviéramos a ser humildes y regresáramos a la inocencia y nuestra inocencia no fuera una inocencia ingenua, sino consciente? Entonces volveríamos a ser como niños, porque el Reino de la inocencia es el Reino de los Cielos y ese Reino está en nosotros y es un templo de relaciones.
¿Si miráramos al dolor y la enfermedad como un Maestro? ¿Si aprendiéramos la lección y más allá de la culpa y más allá de la carga pudiéramos liberar la levedad de ese aprendizaje y con esa levedad ascender?
  
Hay seres humanos que creyeron en imposibles y los realizaron. Ahí está Ghandi, Simón Bolívar, la Madre Teresa. Ahí están con la desnudez de su autenticidad. No tuvieron más escudo que su conciencia del amor, su corazón abierto, soñadores de imposibles que nos revelaron que los imposibles se realizan cuando creemos en nosotros.
Cuando creemos en nosotros activamos el potencial de un Dios que no es externo, sino que es interior, un Dios que nos acompaña y nos da su corriente y su fuerza.
 ¿Es posible ser felices? Sí, es posible, a pesar del dolor, pues el dolor no es lo contrario de la felicidad. Es posible ser felices a pesar de la muerte, la muerte no es lo contrario de la vida. Es posible ser felices a pesar de la tristeza, la tristeza no es lo contrario de la alegría. La felicidad es ese sentimiento leve de compasión y de aceptación que te lleva por la vía del ser.
La felicidad es ese sentimiento incondicional en el que tú amas porque te da la gana, porque sí, porque llueve, porque hace sol; en cualquier caso sin ninguna condición. La felicidad sólo puede partir de ti. No es exterior, no depende de tu economía. La gente hoy en Europa tiene una economía dos veces superior a la de hace treinta años, pero es dos veces más infeliz. La felicidad no depende del conocimiento. El conocimiento sin corazón es totalmente destructivo, no depende de ningún reconocimiento exterior. De repente adquieres un cáncer y descubres ese estado interior desde el cuál también puedes ser feliz.
La felicidad es una construcción interior, parte de un paraíso interno. El Paraíso no es ajeno, tú lo pintas y entras después en él. Tú lo creas y lo recreas.
En la felicidad no hay un Dios exterior. Tú eres a imagen y semejanza de ese Creador que habla en tu palabra, mira en tu mirada y ama con tu amor. ¿Podríamos entonces vislumbrar nuestro camino hacia la felicidad? Sí. Ese camino es un camino de retorno. Es un camino de conciencia. Es un camino que libera. No está hecho de dependencias.
Nada que te ate, nada que te amarre, nada que conduzca por la vía del placer de los sentidos, que te conduzca al poder., conduce a la felicidad. Más poder no da más felicidad, da más dependencia. Más placer no construye más felicidad. Más vivir para los sentidos hace que pierdas el sentido.
La felicidad es un camino hacia el sentido, es un sendero que empieza en tu interior y termina en tu interior, cuando descubres con la física cuántica, pero también con la vivencia humana que el universo es interior. Tú eres el centro del universo cuando eres conciente de ti.
La felicidad parte de la atención y la atención es el uso fundamental de la conciencia. Cuando estás atento te centras. Cuando estás atenta eres dueño de ti mismo, de tu propio potencial. Cuando estás atento generas un láser con tu propia conciencia y en esta conciencia habitas y tienes el movimiento, la vida y el ser. Cuando estás atento construyes un espacio interior pequeñito que te conecta con el infinito. Cuando estás atento construyes el instante y en ese instante eres eterno. Cuando estás atento te reconoces a ti misma y vuelves a nacer de ti mismo y eres el parto y el partero, eres el Creador, porque naces de ti y regresas a tu conciencia.
La atención es el momento más importante de la conciencia, es el momento de la creación en el que descubrimos el presente, es el tiempo de la sincronicidad, el tiempo de la resonancia. Uno nace de su propia muerte. Uno nace al presente por la renuncia al pasado, al deshipotecar la vida de los condicionamientos del pasado. Tenemos la vida hipotecada con las expectativas hacia el porvenir y entonces nos perdemos el lugar de la vida que es este instante. Este instante es sagrado porque en este instante vive el ser. Allí no hay tener, allí no hay placer, allí solamente bulle el ser y ese ser es lo que somos: potencial infinito que nos habita, Dios tan inmanente como trascendente. Ese Dios Universal se interioriza en nosotros y convierte la vida en algo mágico. Ese Dios nos humaniza y nos redime. Ese Dios permite que el reino mineral cante y baile y que el reino vegetal florezca y que el reino animal pueda sentir. Ese Dios permite que el ser humano tenga las alas del pensamiento y desde las alas del pensamiento restaure la intuición, la visión de la totalidad. Desde esa visión de la totalidad nos unimos de nuevo en el maravilloso Camino de Regreso al Creador.
El primer paso a la felicidad es la autenticidad. La autenticidad es una genuina identidad, es una identidad única, original, es la identidad que nos hace íntegros. La vida es creativa cuando es única. La vida es arte, se goza, se inventa a cada momento. Cuando eres único vives la magia del amor. El amor no se gasta, no es repetitivo, el amor no se fatiga, el amor no es rutina, ni condición. Es una fuerza magnética, atractiva que te renueva a cada instante.
Cuando te puedes renovar a cada instante eres único y entonces eres una obra de arte del Creador. Cuando eres único o única te das cuenta de que eres importante, porque eres irrepetible, porque no tienes competencia posibles, porque te sales del mundo absurdo de la competitividad, porque puedes compartir, te puedes dar y entregar sin temor a perderte y en cada dar te vas a renovar, te vas a completar y además vas a completar al otro con tus ojos, con tu abrazo, con tu palabra, con tu silencio, con tu compañía, con tu presencia. Así puedes disfrutar la vida. Primera clave para la felicidad: sé como tú; no como nadie más, único, irrepetible y original.
Da tu propia nota en la sinfonía de la creación, esa nota que es necesaria. No hay dos seres humanos como tú. El Creador te necesita y tú eres una faceta única del Creador. El Creador habita en la diversidad del mundo, su unidad está hecha de diversidad. Cuando tú no pretendes ser como nadie más que como tú, entonces descubres esa corriente hermosa del Creador dentro de ti, y entras en el mundo maravilloso de tu tierra, de tu solidez, el mundo de tu raíz, de tu savia. Cuando tú no pretendes ser como nadie entras en el lugar desde el que puedes nacer. Si no tienes ese útero que te está pariendo, que es tu propia identidad, si no te aceptas, si no te amas, si no te afirmas nada podrás encontrar. Autoafírmate que tú eres ese potencial único en el que el Creador está esperando revelarse.
Autoafírmate para que me completes, para que completes el universo, para que completes como padre al hijo y como hijo a la madre y como hermano a la humanidad. Ésa es la autoafirmación.Ello no sería posible si no te hubieras perdonado. Lo más duro en el momento de la muerte es la culpa, no es el cáncer, no es el dolor. Lo más doloroso es el miedo al más allá, el infierno de esa falsa creencia de que hay un Dios castigador, el temor oculto de que Dios no te puede perdonar, de que no te va a perdonar. Pero
Dios es amor y donde hay amor no puede haber juicio. Si Él ya te perdonó, tú también te podrías perdonar. El juicio está dentro de ti, el infierno está dentro de ti y tú lo has construido.
 Sin embargo podrías construir un primer paraíso y punto de partida. La pregunta es: ¿cuentas contigo, te aprecias, te valoras, te reconoces? Ése es el primer paso en el sendero de la felicidad. Es un paso hacia el interior. Encuéntrate contigo, en tu centro, en tu corazón. Respira profundo y siente la maravilla de la vida. El sol brilla para ti, los pájaros cantan para ti y el aire y de la magia de la mañana soplan para ti. El universo celebra tu presencia cuando tú te presentas ante ti. Entonces descubres tu rostro, que no es otro que el del amor. Recuperas tu poder y entras en comunión.
Vives en alegría y levedad y ya no tienes el peso del cuerpo, de la culpa, del condicionamiento. Aceptas tus luces y tus sombras. Te aceptas como un bello crepúsculo, una bella aurora. Descubres como descubría San Agustín sincerado ante el Cristo: "Muy tarde te amé, muy tarde. Estuve lejos de Ti, pero ahora me reconozco en Ti, porque Tú eres parte de mí y estás en mi interior".
Perdimos el paraíso externo y nos fuimos por el sendero de la víctima hasta que por fin construimos una fe que ya no es externa, que se enraiza en el interior y comenzamos a confiar y confiamos en nosotros.
  
El punto de partida es la identidad. Sé como tú, único, original y creativo. Así vas a ser reconocido por todos, porque a todos nos vas a completar. Vas a entrar en ese universo maravilloso de sensibilidad a la necesidad. Vas a ser auténtico, vas a reconocer en ti lo esencial. Lo esencial es aquello que puedes dar, porque lo que no se da se pierde.
Vas a reconocer la nota clave de un corazón que nace y muere a cada instante. La muerte y el renacimiento del corazón es la sístole y la diástole, dura un solo segundo. En cada segundo el corazón se da entero. Si el corazón guardara una gota en cada segundo en una hora tendríamos insuficiencia cardiaca. Hermoso sería que nosotros pudiéramos atender esa ley del corazón y así en cada segundo, desde tu identidad entregar y fructificar sin medida. Ese fruto dulce de tu vida se hizo para dar.
Cuando ya tengas tu tierra y tu paraíso, multiplica tus semillas, porque así dándote se liberan y es dando como recibimos. Cuando nos damos descubrimos nuestra genuina identidad, nuestra tierra, nuestro paraíso. Cuando hay un yo aparece un tú. Entre el tú y el yo se genera un movimiento de resonancia, de comunicación coherente, de diálogo. Surge ahí una inteligencia que representa tu capacidad de adaptarte a la vida. No hay una inteligencia espiritual, separada de la inteligencia molecular. Es una inteligencia dinámica y adaptativa. Tu capacidad de adaptación a la vida.
El segundo movimiento hacia la felicidad es la adaptabilidad. Adáptate a la vida, al cambio, a la corriente. No te resistas pues produces calor, desgastas tu energía. No te recalientes. El mundo del desgaste es el mundo de la entropía. Cuando no te resistes, la vida pasa a través de ti y te refresca y te fecunda. Cuando te quedas en el territorio del yo, te limitas al crecimiento personal, al orgullo espiritual. Cuando haces mil cosas para crecer aunque nadie crezca, aunque la tierra sea un desierto, realmente vas, aunque le llames espiritualidad, por el camino del despeñadero.
Necesitas del otro para mirarte , para reconocerte para observarte en ese espejo y poder modificarte y crecer hacia un nuevo ser. Esa nueva tierra tuya ha sido fecundada por el tú, cuando el tú, cabe en el yo entonces surge la maravilla de un nosotros. Y entonces llega Él, pues ya lo dijo:"Cuando estéis dos en mi nombre, allí estaré Yo". En ese nosotros encontramos el hijo, la conciencia. En ese nosotros, en ese territorio de relación, nace la interacción.
La clave de la felicidad es un comprender. El cuerpo es un patrón de relación. Ese soporte relacional determina la calidad de tu vida. En ese territorio relacional nace la confianza. En nuestros estudios hemos comprobado que allí donde hay más confianza en los demás, en el vecino, en el de al lado, en el gobernante, en el empresario., allí donde hay más confianza porque hay más transparencia y más honestidad, hay también una mayor felicidad.
Nuestra tierra es vulnerable y puede así germinar. Nosotros somos también vulnerables y entonces nos podemos adaptar. Nuestra adaptabilidad es nuestra mejor fortaleza. Nosotros podemos airear nuestra tierra vulnerable y en ella construir el surco y en ella sembrar la semilla. Una tierra permeable se deja permear por el agua, sólo una tierra vulnerable puede dejar de ser desierto.
¿De qué esta hecha nuestra vulnerabilidad? Está hecha de flexibilidad. No tenemos que ser perfectos. Cuando somos auténticos y a la vez somos flexibles podemos germinar. Cuando la semilla de la vida, cuando el propósito del alma germinan entonces nos podemos realizar.
La segunda clave es por lo tanto humildad. La humildad es la clave del aprendizaje, sólo desde la humildad podemos abrir nuestro corazón. Sólo desde la humildad podemos sensibilizar nuestra piel, todas nuestras pieles, la piel de nuestro campo mental, de nuestro campo emocional y abrirla a la caricia del cosmos. Vulnerabilidad, humildad y flexibilidad son las claves para la nueva vida, para recuperar el poder de ser servir y de disfrutar, para convertirte en el fruto maduro de la vida. El orgullo nos impide disfrutar, porque el orgullo nos separa. El orgullo divide y destruye el territorio de la conciencia, que es el territorio del nosotros.
Dos movimientos pues hasta el presente: El yo interno que nos conduce a la autenticidad y en segundo lugar la adaptabiliad para llegarnos al tú y construir un nosotros.
 Ahí viene la tercera condición para la felicidad
, la más difícil de todas: la vida cambia y todo muere. No hay nada constante. Todo muere salvo el cambio. No te resistas al cambio. El cambio te introduce en una corriente de transformación y transmutación que permite al Espíritu fecundarte.
El cambio es fuerza transmutadora. No temas el caos, pues es la matriz del cambio. No temas el mal, ni la sombra pues son reveladores de la luz. No temas la noche, pues sin ella no podrías reconocer los infinitos soles que la habitan. Cuando aceptamos las transformaciones y las transmutaciones en la vida, cuando no nos resistimos a cambiar, podemos ascender en la savia de la evolución, florecer y dar nuestro fruto.
Cuando nos reconocemos, encontramos la crisis aseguradora del cambio. Vivir es un proceso de cambio permanente. Cuando tenemos crisis, la vida se bifurca y no vuelve a ser la misma. Nuestra identidad no es de fundamentos, nosotros no somos un fundamento. Nosotros somos lo significativo: el lenguaje, el sueño y la esperanza. Nosotros no somos este cuerpo, pero a través de él podemos ascender.
El cuerpo es un instrumento del ser y el ser es ese proceso de cambio permanente que nos empuja en un proceso de aprendizaje continuo. Vivir es encender un fuego interior, es convertir el conocimiento en sabiduría que nos permite desenvolvernos en un proceso de cambio permanente.
Este cuerpo no es lo que creemos, es una estructura que está al borde del caos. Primero nos ramificamos. Procedemos de un solo tronco, pero un día la vida se bifurca. ¿En qué instante tu vida no volvió a ser igual? Se trata un punto crucial, donde te crucificas y mueres para nacer a una nueva dimensión.
En el presente podemos siempre aprender del pasado. Podemos cambiar la historia aprendiendo las lecciones. Hay dos tipos de seres humanos: los aprendices y las víctimas. Tú puedes optar por una u otra vía. Puedes optar por dejar de ser víctima de tus creencias. Recuerda que ellas también pueden ser dagas o cáncer, pueden ser fatales.
Tú terminas convertido en aquello que crees de ti. Tú creas el universo en el que crees. Si tú crees que eres culpable te vas a castigar de mil maneras. Si tú crees que no eres digno, te vas a enfermar también. Podrías sin embargo mirar al pasado, con ojos de presente, de presencia y de amor, no para quedarte en el dolor de tu pasado, sino para aprender la lección que dejaste de aprender.
Todas las lecciones aprendidas te ayudan a disfrutar de la Presencia que habita en tu presente. Los problemas los podemos volver a vivir desde la conciencia y no desde la culpa o el condicionamiento. Recuperamos la plenitud de la conciencia y así liberamos el fruto de la lección. Ello cambió la historia. La historia no son fechas, sino códigos de lectura que hemos de aprender.
El problema no es lo que nos pasó, el problema es cómo vivimos lo que nos pasó. Si pudiéramos dejar el rol de la víctima, podríamos resolver esos aspectos cruciales que siguen congelados en nosotros.Si estos puntos de muerte no los vivimos desde la actitud de la víctima se produce el renacimiento. Nosotros podemos volver a nacer . El pasado ha pasado y ahora disfruta de ese punto de partida hacia la felicidad que constituye la paz. La paz la descubrimos no exteriormente, sino en el fondo del ser.
La historia no es lo que pasó, sino la lectura que haces de ella. Si no dejas pasar a las cosas, éstas se siguen reflejando en tu fisiología, en tus relaciones, en tu vida., turbando tu felicidad.El caos nos devuelve la sensibilidad. La mujer es más sensible. En el embarazo un embrión representa un vórtice caótico de desarrollo. Podrías gozar infinitamente más de la alegría y no sentir los dolores con otra sensibilidad. Los poetas también viven en un vórtice más caótico. Aunque no nos demos cuenta y cuando hay una conjunción planetaria, una luna llena y manchas solares., todos nos volvemos un poco caóticos. Cuando no resuelvo entro de mí ese vórtice caótico, ello va a tener una repercusión en los demás, hasta el punto de que podemos entrar en un estado de violencia.
La sensibilidad nos puede liberar o nos puede matar. Tenemos dos maneras de abordarla. Desde la posición de la víctima y entonces se convierte en lágrimas de cocodrilo, en sensiblería y nos predisponemos a la manipulación. La manipulación es el terreno de la inconsciencia. Eso no es una verdadera relación humana, pues hay posesión, chantaje.
En el terreno de la sensiblería todos somos víctima. ¡Que se acabe ese territorio de la sensiblería y el chantaje emocional y asumamos nuestra responsabilidad! Cuando nos duele la vida es que nos estamos despertando. No necesitamos tantos analgésicos. De pronto necesitamos un dolor más grande para saber lo que éramos. De pronto alguien necesita ver la cara de la muerte para constatar el valor de su vida , de su mujer, de su hijo. Tal vez tengamos que vernos en la cama de nuestro hijo que tiene una leucemia, para ver qué es una enfermedad, que no sólo tiene que ver con los glóbulos blancos, sino que tiene también que ver con la forma con la que nos comunicamos. Que no sólo tiene que ver con una radiación ionizante, sino con nuestra agresividad, con nuestro desamor. No hay nada más radiactivo que las emociones contenida , retenidas y reprimidas.
Un día nos duele la vida y la vida nos dice que también es con nosotros y nos acerca un dolor que  es un despertador. Un día vemos la proximidad de la muerte y ella nos enseña las lecciones más hermosas de la vida.
Un dolor nos hace sensibles, nos ablanda. Todo fruto maduro es blando. El amor deja de ser un amor duro y dominante y casi perfecto y se convierte en ternura, entonces vuelves a nacer. La sensibilidad nos hace tiernos. Los viejecitos se vuelven tiernos y les cuentan cuentos a los nietecitos. Inician el camino de regreso, el camino de regreso es la ternura.
En el seno de todo caos renacemos. En el caos existe un vórtice de sensibilidad infinita que nos permite transformarnos. El caos nos permite emerger y con el emerger llega también la felicidad.Crear es un parto. Si en ese potencial ordenante que hay en tu interior, tú descubres esa semilla y aprovechas la turbulencia del caos para desarrollar un proceso de cambio sin precedentes, entonces puedes emerger. Emerger es volver a nacer. El estado de emergencia es un estado de alerta intenso, un estado de genuina presencia, un estado de éxtasis. Se trata de un estado en que aún con todas las perturbaciones te encuentras contigo mismo. Paradójicamente en el ojo del huracán hay una infinita paz y adquieres un potencial infinito.
El problema no es lo que ocurra fuera. El problema es lo que ocurre dentro de ti, cuando estás dentro de ti, se desarrolla todo tu potencial trasformador. Es posible aún con toda la turbulencia que mantengas tu serenidad.
La serenidad es la paz profunda del ser, es la paz inconmovible del ser, que te permite abordar los procesos de cambio sin resistirte a ello.He ahí la tercera vía a la felicidad: no te resistas al cambio.
Aprovecha la oportunidad de cada crisis. Utiliza tu infinita sensibilidad. Aprovecha las oportunidades que te brinda la vida para acceder a un nuevo potencial. Aprovecha la bifurcación cuando la vida no vuelve a ser igual. Aprovecha las semillas que la vida siembra en tu corazón, cuando la vida te duele profundamente. Aprovecha el parto del caos para nacer a un orden superior y así recreas y reinventas tu vida, y así descubres una nueva identidad.
La cuarta vía a la felicidad es la responsabilidad. La responsabilidad es una sensibilidad humanizada. A un perro, a un gato no le podemos pedir responsabilidad, pero sí a un ser humano. Responsabilidad es una sensibilidad convertida en capacidad de responder. Tu evolución está determinada por tu grado de responsabilidad.
¿A qué respondes? ¿Respondes por tus actos, respondes por ti? ¿Respondes al dolor ajeno? La responsabilidad es una condición esencial del amor. El amor sin responsabilidad es lo más peligroso que hay en este mundo. En nombre del amor hemos cometido las mayores barbaridades.
La responsabilidad hace que el amor sea una verdadera respuesta a la felicidad. Responder en términos humanos es reconocer la necesidad. El amor es reconocer lo esencial del otro y volcarnos a satisfacer esa necesidad desde nuestra propia sensibilidad. La responsabilidad nos permite comunicarnos y corresponder. El amor nos lleva a un universo maravilloso de correspondencias.
Empiezas a liberarte cuando eres capaz de responder al hermano, al amigo, a la esposa, al hijo; cuando eres capaz de acompañar y morir en el otro y con el otro. Todo verdadero amor surge de la amistad y toda genuina amistad es reciprocidad, es una vía que va en dos direcciones. Donde hay reciprocidad hay resonancia, donde hay correspondencia hay correctas relaciones humanas. Esa es la más maravillosa lección que vinimos a aprender: correctas relaciones humanas. En ello somos todos aprendices.
Vinimos a aprender a relacionarnos. No vinimos a aprender a ser ingenieros o abogados. Esos son instrumentos para relacionarnos. El hombre es un ser relacional y vinimos fundamentalmente a aprender relaciones humanas respetuosas, responsables, liberadoras. No son relaciones sociales para retenernos, para poseernos, para chantajearnos. Lo son  para liberarnos, para completarnos.
Así transformamos la ecología de la Tierra, que no es una ecología externa. Lo que le pasa a la Tierra es lo que le está sucediendo al corazón del hombre. Si yo abro mi corazón, abro la tierra dentro de mi. Si yo amo a mi hijo, amo a la tierra, al paisaje y la atmósfera. Y si amo con un amor puro no voy a contaminarme. El resentimiento es el agente contaminante.
El amor liberador existe en la reciprocidad responsable. Amar es dar y recibir. Hay más sabiduría en el saber recibir. A menudo nos negamos a recibir el regalo de la sonrisa, de la mirada del otro, por no comprometernos, por no quedar en deudas. Necesitamos infinitas deudas de amor como vía a la felicidad. La gratitud es esa habilidad que revela tu propia luz.
La quinta y última vía a la felicidad es la sencillez. Lo bello, lo bueno, lo verdadero es sencillo. Sólo lo sencillo es integro, sólo lo que es integro nos conduce a la unidad. La sencillez es transparencia, claridad, es humildad, honestidad. Nos permite bajar del pedestal y entrar en la corriente de la gente.
Conquistar el código de la sencillez en tu vida te lleva a ser feliz. No se trata de ser el gigante de tus sueños, ni el enano de tus complejos, sino de entrar en la corriente de la gente y sentirte uno con todos ellos. Conquistar el código de la sencillez en tu vida es condición para ser feliz, porque no tienes ninguna expectativa, porque así eres feliz con todo y a pesar de todo. Esa felicidad te hace entrar en comunión con tu humanidad. En esa comunión nos damos cuenta que somos la voz del Creador, que a la vez somos cocreadores, llamados a recrear la creación.
Estamos aquí para conectarnos a la gran cadena de la vida, a esa gran cadena de inteligencia cósmica, río de conciencia. Somos mediadores entre los reinos inferiores y superiores de la naturaleza.
Cuando somos sencillos somos como ella, la Amada y la Amada en nosotros es el Alma. Cuando somos sencillos reflejamos el Alma, no para la vida eterna, sino para aquí y ahora en vivo y en directo. Somos un sencillo templo de sabiduría donde oficia el Alma.
El Alma oficia el ritual del amor que nos permite entrar en comunión. Ya no sólo comunicarnos, sino fundirnos por el centro, de corazón a corazón y así entrar en esa corriente de la evolución que pasa a través de nosotros para liberarse.

21 de Marzo de 2007
Colegio de los Padres Agustinos
Madrid